La ensalada inspirada en Kandinsky, un 18% más rica
Ensalada inspirada en ‘Pintura nº 201′, de Vasily Kandinsky
Hicieron tres ensaladas con los mismos aderezos e ingredientes medidos al gramo, cortados de la misma manera.
Científicamente sabían igual,
pero quienes las probaron no opinaban lo mismo y las veían tan
diferentes entre sí que, en el caso de tener que escoger cual comprarían
y por cual pagarían más, se inclinaban por una en particular y no por
las demás.
A taste of Kandinsky: assessing the influence of the artistic visual presentation of food on the dining experience (Un título abigarrado que se podría traducir por
Gusto
por Kandinsky: estableciendo la influencia de la presentación visual
artística de la comida en la experiencia de comer fuera) es un interesante experimento que demuestra cómo “una variedad de factores visuales, como
el color y el equilibrio de los elementos sobre un plato”, pueden influir en la percepción y en la respuesta del consumidor.
El artículo académico es de un grupo de investigadores del
Crossmodal Research Laboratory, del
Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford
(Reino Unido). El laboratorio, fundado en 1997, se especializa en
estudiar “la integración de la información” en los cinco sentidos y con
paradigmas y técnicas estimula a que cambiemos nuestras ideas
preconcebidas sobre los sentidos. La singular area de estudio en la que
se centran contribuye a descubrir
“nuevas maneras de comprender el cerebro”.
En la primera ensalada los ingredientes están mezclados como es habitual. La segunda, es una reproducción muy aproximada de
una pintura del vanguardista ruso Vasily Kandinsky.
En la tercera se disponen los elementos separados por tipos y ordenados
en columnas, implicando un esfuerzo por mostrar una cierta
presentación, pero de una manera nada artística. Aunque está claro que
la apariencia tiene peso en el ámbito culinario, el experimento
introduce un elemento artístico en la ecuación
y revela que un plato dispuesto “de una manera artística” eleva las
expectativas del consumidor y lo predispone a disfrutar más de la
comida.
El cuadro en el que se inspiraron es
Pintura nº 201, también conocido como
Panel para Edwin R. Campbell Nº 4,
creado por el artista en 1914 en un mural en dos partes por encargo del
millonario de la industria automovilística Edwin R. Campbell.
En pleno despegue hacia la abstracción,
cuando pintó la obra, el autor ya expresaba con convicción que las
masas de color no tenían por qué quedar encerradas dentro de formas y
líneas y apelaba al elemento espiritual y rítmico de la pintura. Los
investigadores se han permitido el lujo de
darle la vuelta, tal vez para que la rodaja de champiñón domine más sobre el plato.
A los participantes (60 en total, 30 hombres y 30 mujeres de entre 18
y 58 años) se les presentaron las tres opciones en humildes superficies
rectangulares de cartón, con una iluminación dirigida a la ración.
Rellenaron dos cuestionarios, uno antes y otro después de comer. Tras
observar los platos consideraban que la ensalada-Kandinsky contenía una
combinación de ingredientes más compleja y además declaraban que
hubieran estado dispuestos a pagar más por ella que por las otras dos.
Lugar en el que tuvo lugar el experimento
Aunque la “complejidad” es la misma en los tres casos, por supuesto
tiene cierta lógica primar el esfuerzo empleado en la composición del
plato para que se asemeje a una obra de arte, pero lo más interesante
llega cuando hablan de sus impresiones después de consumir las
ensaladas: los participantes aseguraban que la Kandinsky estaba
un 18% más rica que las otras. Aunque las tres sabían igual, el parecido con el cuadro los sugestionó para que la comida supiera mejor.
SINESTESIA